Un huracán social, profesor ambiental


20 noviembre, una salida pedagógica en Fómeque... 
- Les recibo en el terminal; contento y acaloradas se ven. Les abro las puertas de mi vida (intima), de mi hogar, mi cultura y mi casa. Desayuno con amor les brindo... 

A pesar de todo, la mesa se convirtió en una escena de boxeo. Adolfo impone su rol, no entiende que la mesa no es para discutir.
- Si continuo el reproche seguramente me censurará. Tampoco entiende que lo social está en el otro, ese otro lleno de sentimientos y singularidades… Algo se acerca sin reparo.

- ¡Un huracán se acerca!

La salida consta de evaluar hábitos ecológicos en Fómeque Cundinamarca. Una técnica es la observación de campo; es decir, revisar nosotros mismos que vemos en el entorno:
- Se observó unas cordilleras orientales fértiles que demuestran más de 15 tonos de verde. Un aire limpio y pasivo que debe desintoxicar nuestros pulmones de esa enorme urbe llena de smog. Una temperatura cálida (20 a 25 grados centígrados) que estimulan todas nuestras glándulas sudoríparas.  

!Adolfito ya no aguantó su buso, las chicas coloradas empiezan a sentir calor!

El día es soleado, con nubes despejadas. Pero la tormenta empieza a dañar el día. Con razón los huracanes y tifones tienen nombres de personas. 
-        Calma profe… 
Ante el panorama, consideraba: lo único malo del día era la ausencia de Mafe, ya era hora de presentarla en casa.
Con sutileza entendí las hormonas del profesor y pedí calma, fuí todo un mediador, sin embargo es difícil mediar entre 6 personalidades. (Adolfo, dos Danielas, Linda, Angy y yo)…

La psicosis en mi vida me persigue, los arrebatos o mejor, las pulsiones le hacen estallar
-        !La tormenta aumenta su intensidad!

Me informa que guíe el grupo, que él se va... 
Dos meses atrás cuadrando los detalles, planeando todo, no se planeó la tormenta con el IDEAM.
-        Le pido calma, pero las tormentas no respetan:
-        Don gomelazo saco lo suyo.

¿Nos dejó en su acto de psicosis o irresponsabilidad?


Fotografía: Grecia Zapata

En medio de una  corta madurez, tome el grupo y continuamos sin él, fue  mejorando el tiempo…
- ! Sólo reniego por María Fernanda, de lo que se perdió! 

Nos alejamos del casco urbano, rumbo al río del corregimiento. A la salida una (pola) para la sed.
-        !Caminamos montaña abajo!
Cultivos de habichuela, tomate, maíz, gallineros, cocheras y ganadería retroalimentan mi exposición sobre el pueblo de mis amores.
-        !Huele a campo sin tormenta!

Camino  destapado, ya no hay asfaltos, edificios, semáforos y Transmilenio. Encantadas mis compañeras disfrutan el paisaje, el aire, la tranquilidad; se ven más bonitas.

Llegando al corregimiento las populares paletas de La Unión nos deleitan.
-        !Llegamos al río negro!
Caminaremos hacia el río blanco. Frutos de guayaba dulce, limones, mamoncillos y naranjas se ven a lado y lado de las quintas que rodean las riveras. Sólo se escucha el sonido del agua bajar. 

- Pasamos el puente colgante, jugamos como niños al moverlo.
- !Entramos al río, agua fría! 

Del río se saca agua para rosear los cultivos, es un atractivo turístico; familias hacen paseos de olla, que de vez en cuando contaminan al dejar las basuras allí. Al volver hacia la carretera principal unas gallinas llaman la atención (las gallinas locas). Le tomamos fotos sin flash desde la carretera, y de repente una mujer sale a gritarnos:
- No tomen fotos a las gallinas.

Con profunda rabia le grite:
- Le voy a tomar más fotos.
- No podía creerlo, Adolfo hoy estalló y en mi pueblo me encuentró una Adolfa.

-        !La psicosis hoy anda suelta, vieja pendeja!
Caminamos montaña arriba muertos de risa para el restaurante, cansados hemos caminado mucho. Ellas no saben el restaurante que nos espera; reprochando llegan y quedan asombradas de la estética y el mirador 
- !El almuerzo una total delicia!
- Aquí termina la salida. 

-        Mafe alegra la tarde al llamarme...

Muchas impresiones sobre ecología y ambiente están presentes, pero pesa más la locura que tanto estudiamos, por ello vamos a ser loqueros. Retroalimentamos el día y decidimos qué hacer el día de la sustentación de la salida.

Por mi parte una profunda sinceridad me hace escribir así; un sabio padre refiere que (Adolfito) es un malcriado a la carrera; le quiere conocer la amargura….

- Advierte en forma amenazante que de no presentar lo que él estipula nos colocara un cero; en un grandísimo ego le reto a colocarme cero… 

-        Usted seguramente me hará ganar un nobel en escritura. 
Continuamos en el camino, que imposible reconocer al otro. Nuevamente cómo el escrito del pasado, termino diciéndole:
-        ¡Maestro le dejo la duda! 

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