¡Tú joven, rompe paradigmas culturales!

Dejando atrás el relato: ¡Fómeque! ¿Rompe burbujas culturales? Parece necesario reflexionar una tendencia cultural que sigue repitiéndose en nuestra cultura, aquella que dice: 

- ¡Hijo de camionero, sale camionero! 

- ¿Por qué? 

Quizás una breve historia le brinde mayores luces del fenómeno; un jovenzuelo con presuntas cortas aspiraciones, o eso dicen sus profesores; nacido y criado en el pueblo; llegando a su adolescencia (14 años más o menos), desertó del colegio, en búsqueda del afamado camión...

Sus padres no le presionaron a estudiar y prefieren que ayude a manejar el camión familiar; son esos vehículos Chevrolet de la “serie Reward (NHR, NKR, NNR, NPR, NQR)” (CENTRODIESEL, 2017, p.1). Dichos camiones le instalan unos pintorescos nombres, como: (La consentida, la reina, la princesa, perla negra, la niña, entre otros)... Característica donde el vehículo hace parte de la familia y merece un bautizo...

- Nombres que en las principales avenidas de Fómeque encontrarás. 

Si el camión tiene carpa plasmarán mensajes como: 

- Orgullosamente Fómequeño o yo amo Fómeque...

No conocemos si lo anterior obedezca a una  fantasía global que se refuerza con festejos a una afamada virgen... Quizás también pueda ser el sentido de pertenecía de la tierra que nos vio nacer, donde gritamos ese nacionalismo que pueda ser en el fondo algo del patrioterismo que nos negamos a confesar...

Fotografía: Aldemeyer González

Nuestro juvenil transportador, hoy a sus escasos 16 años, se siente todo un triunfador; ya que afirma por sus redes sociales lo siguiente:

- Con la reina y diosito en Abastos. 

La reina hace referencia al camión NPR que se paga a cuotas y su (diosito), es el dios que simbólicamente acompaña sus pasos... Sneider alparecer hace semestres académicos en Abastos, allí, aprende de la vida y sus azares.

- ¡Entusiasta prende motores! 

Toca el pito y coloca música arrabalera: 

- Así es que se canta hp... Confundido canto a su lado...

Tiene cargado el camión; sus hermanos menores le ayudaron y estos aspiran seguir el mismo camino.

- ¡Su madre le da la bendición en su nuevo recorrido!

Espera fuertemente que hoy le paguen el viaje pasado. 

- ¡La cuota no espera y está preocupado! 

No tiene para los pañales de su pequeña cría de meses. Su señora, otra menor de edad le espera amorosa en casa de sus suegros… Mientras tanto habitantes de urbanizaciones ya no pueden caminar por el andén hacia sus casas. 

- ¡Los camiones estacionados de todas las formas posibles vulneran todo el espacio público! 

Doña Rosita tuvo que cerrar su antejardín; pues padre e hijo le estacionaban la NPR en su predio y pisotean sus flores... Será acaso que los motores obstruyen el camino...

Al parecer las pocas oportunidades y entornos repetitivos explican la conducta cultural... Consideramos entonces que fiestas paganas refuerzan en los jóvenes, que su mayor opción de vida sea ser camionero, sin que esto sea negativo; el punto acá, radica es que podríamos tomar otras alternativas...

- ¿Dónde están los doctores? 

Con cada promoción de estudiantes aumenta la demanda de camiones, dentro del trasfondo psicosocial debemos preguntar: 

- ¿A corto, mediano y largo plazo el camión es la mejor opción? 

- ¿No será provechoso estudiar? 

Atrevidamente se hace reclamación por una universidad y otras alternativas educativas, para que los jóvenes realmente decidan que hacer con su ser.

- ¿Qué será de Sneider? 

- ¿Qué opciones tenemos para los bachilleres? 

- ¿Qué pasa con los menores desescolarizados?

Permítase hacer la reflexión y proponer para nuestros jóvenes e hijos otra forma de vida... Darles por lo menos las opciones...


Síqueme en mis redes: Aldemeyer González


Referencia bibliográfica:

CENTRODIESEL, (2017). Concesionario de buses y camiones, NPR reward, Bogotá, Colombia. Recuperado el 21 de diciembre de 2017 en https://centrodiesel.com.co/camiones/livianos/npr/?gclid=EAIaIQobChMIlIm5sYSc2AIVRIezCh2lgQyUEAAYASAAEgI3JPD_BwE

Comentarios

Entradas populares de este blog

Un diablo suelto por Fómeque, Cundinamarca

¡Unos locos de Sibaté, Cundinamarca!

¿Suicidio en Fómeque, utopía o realidad?