Matrimonio y una muerte religiosa.


Por ahora no olvido su rostro, pues es tan similar a aquella actriz sexual, que consuela los deseos con su aliento ferviente, sin embargo la diosa es una gorda dominada por la mente y atrapada por su corazón; otras sin honor, ni moral pregonan sin coherencia encerradas en tacones brillantes y blusas cuello bandeja… Aquellas damas inmortalizan sus acciones con pantallas, pareciere entonces que ya no se pude recurrir a los profundos recuerdos, sino más bien es preciso seguir aparentando la moral de un pueblo…. Suelen ser débiles, pues prefieren huir del dolor que tomar la decisión de afrontar, pero especialmente buscan una incoherencia: herir sin ser heridas.

Juguetona hace cosquillas y perplejo me derrito ante la ternura de un juego infantil… Vuelve por la mente las escenas de la boda de oro, que enmascaran 50 años de matrimonio en la que sin la menor duda han vuelto a darse el sí en el altar; durante el sermón, un sacerdote calvo de zapatillas negras  comenta que el encanto del hogar se encuentra en los hijos. Reflexivos empezamos a fantasear el hogar y sus luchas, en donde la perseverancia, respeto, compresión y amor han sido los tips para un matrimonio que ante la actualidad se configura como un elemento de testimonio para aquellos que no creen; tiernos atendemos los llamados divinos y retumba un asentó entre Pasto y Boyacá, parece sonar el amor y de repente se escucha:

- ¡Cuy! ¡Sabor!
Fotografía: Aldemeyer González
Llegan unas entrevistas en las que se indaga por las  falencias en la interacción social… Sin reparo,  con bondad y un profundo suspiro confiesa que recurre al autismo como un mecanismo de defensa para alejarse de personas tóxicas que solo esperan poder apuñalar cuantas almas se asomen por sus vidas… Llenas de sangre por el dolor causado recurren al pulpito para leer la palabra del señor; toman una postura erguida y hasta son capaces de mirar a los ojos y ayudar a repartir las hostias, son esas mismas que no pueden aceptar la admiración hacia el imprudente escritor…

Se escuchan los cantos de los ángeles:

-                  ¡Aleluya! ¡Aleluya!

Ellas, ante las figuras del paganismo se arrodillan y sacan los billetes para pagar las culpas… Ahora el tema espiritual puede ser provechoso, es evidente que una vida inmersa en el odio es la causante de todo tipo de cáncer; ya que después de 7 años de universidad, de alguna manera la vida puede ser vista como un engaño, ciertos hechizos segundarios han sido desaciertos invisibles; nostálgico entiendo que las aventuras y la paciencia han construido un hombre limpio, que respeta la vida ajena y lo divino… Pese a ello en una latente crítica de la vida cristiana, no siente el mérito para leer sobre el pulpito, pues quien goce de aquel privilegio tendría que tener una completa vida santa…

-                  ¡Amén!

Sin poder comercializar experiencias, allí inicia el camino en donde la vida y la muerte son la constante incertidumbre de la existencia humana y por ello las religiones y sus características proporcionan una sutil tranquilidad… Ciertos seres que no son de luz, tienden a concebir sus vidas y sus actos en la certeza absoluta, ya que la duda es de pocos pensadores. Sustentado en las certezas morales de una cultura, el activismo de unos pocos se los lleva el viento montañoso del páramo…

La semana que pasó fue la cortina de humo para brindar homenajes a los curas ante las sorpresas que trae la muerte… Vestidos de luto y con el rostro ensimismado caminaron a plegarias, con sus sombrerones, sombrillas, abrigos y perfumes… Dudoso no comprendo porque en los funerales sorpresivos, son profesoras las que muestran un rostro negligente, culposo y sospechoso.  No pararon de mandar mensajes por las redes sociales, situación que se convierte en algo agotador… Ante los relatos con jueces, aseguran que su labor fue condenada por la palabra que tanto poder suele emanar. Puede ser todo una práctica cultural de nuestro subdesarrollo que busca a toda marcha venerar la comedia y sus payasos; por hoy será mejor recibir la bendición:

-        ¡Y la bendición del padre, hijo y espíritu santo, descienda sobre ustedes!
-        ¡Amén! ¡Amen!


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