Infancia sin olvido, Fómeque.

Por tus calles algo destapadas…
Se fugó mi inconsistente infancia
entre deditos frágiles y manos fuertes
el pequeño creció de dos formas.
Casco urbano y veredas.
Matorrales de casa de bareque
y teja de barro
en un olvido de años y
un hogar de cemento, bloques y varilla
¡Contraste de emociones!

Olores de pasado y presente
cultivos y amasijos míticos.
Recordando el segundo piso
donde queda maternidad
la hora Gaviria recibió sus suspiros
gateando, babeando y mordiendo.

Fotografía: Aldemeyer González

Tiempos de cambio, le divorciaron
de cultos y credos nefastos.
Adolescente se marchó…
Estudioso de la capital se siente
ausente, aquella soledad que le toma
del cuello ¡Ráfaga fugaz!
Regresó con barba…
A peinar otro mundo
montañas macondianas de una
realidad sin sentir
¿Existencias ajenas?

Su ser rememora un vivir
sueños de futuros predecibles
¿Esperas algo? Enciendan la luz
debajo de maternidad
¡Amada Morgue!
Llantos de la madre y la cría
Lamentaciones de familias.

Paradojas de vida y muerte
su cuerpo y alma descansarán
en un dualismo y sepulcro
de dioses y demonios en
Fómeque, Cundinamarca.


Síqueme en mis redes: Aldemeyer González

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