Tradición escrita en cenizas

- Miércoles de ceniza, religiosos místicos no abandonan el culto. 

Doña Luisa sale con la frente en alto, exhibe la cruz. En sus 82 años de vida, nunca ha pasado la idea de dejar su dios, morirá con él. Camina lento por los años, la hipertensión arterial, la diabetes y la neumonía por cocinar con leña; se le escurren las medias de rayas blancas con verde. Sus dos hijos, los que quedan la cogen de gancho, rezan un padre nuestro por sus hermanos y padre muertos. 

- Ya quedan pocos de los mayores.

José y Pedro buenmozos, usan pantalón de lino, camisa de botones, manga corta, zapatos color negro y se han colocado sus mejores ponchos. A la entrada del templo hacen la reverencia y se retiran los sombreros. Coquetos con la mano sacan el peine y se arreglan los rulos, doña Luisa con sus canchos y hebilla no deja salir un solo cabello blanco. 

- Piadosa se arrodilla y murmulla cantos a los dioses. Después de 2 a 3 minutos se levanta con dolor en las rodillas, dispuesta con gran fervor a recibir las cenizas.

Fotografía: Aldemeyer González

Toma del antebrazo al padre en gesto de lealtad y pronuncia: Amén. 

A la salida las apetitosas avenas y masatos, en compañía de los panes de sagú, maíz y empanadas son la recompensa por la madrugada desde la vereda. Otras damas de sombrerones muy perfumadas se apuran al templo, se conocen con el sonido de sus tacones, van murmurando el avemaría. Miércoles que anuncia nuevos ritos, otros se pegan la escapadita de sus empleos, muchos deambulan por el parque principal con la famosa t.

Algunos no se cuestionan su conducta, no  comprenden las motivaciones del credo, sin embargo la reflexión no es algo que guste mucho, es más fácil solo creer. 

- ¡Ve hermano mío con tu fe! 

Entre los amores y odios que generan hablar de política y religión es saludable callar. Algunos pocos este día no significa nada. Una buena parte es inocente y se deja llevar por las masas. Parece un espacio para la identificación de quien o no es creyente. A pesar de las instancias legales del estado laico colombiano no se respetan algunas celebres sentencias.

La señora Luisa y sus hijos están ansiosos por disfrutar está nueva cuaresma, por algunos días harán el ayuno tradicional, la carne. Escépticos proponen hacer algo similar, un ayuno del grito, de pesimismo, de tristezas, de preocupaciones y de violencia. 

Al final creyentes o no desean vivir la vida sencilla… Llena de amor, de felicidad, de perdón, de paz, de confianza, de cosas positivas. 


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