Ambientes no muy claros.
Algunas
mujeres con presunto poder administrativo, son armas de doble filo,
parecen brujas sarcásticas, y ante todo
entre ellas se lastiman, muchos no saben que son, ni cual es su forma, pero
manejan algunos programas televisivos que se venden por 3 pesos, pues al final
solo quieren predominar, viven en Villa de Lobos, una popular colonia del
centro. De maneras sutiles se desnudan para la audiencia que desde
instituciones locales prosperan, sus carnes poco tentadoras hacen lo imposible…
Entre caminos destapados, se arrastran como culebras, van moviendo su lengua de
lado a lado, y es seguro que cada fin de semana se pinten el pelo y las uñas.
Convencidas
caminan tomadas de las manos, se pavonean con sus sutiles uniformes cortos rumbo
a las alcaldías y hospitales, su ambiente no es claro, por donde pasan se
marchitan las primaveras… ellas están aquí.
Duermen
en el bosque y se asoman por la luna, algunas veces se ayudan y se necesitan, parecen
dependientes; arrogantes comen del mismo plato, beben el mismo veneno, consumen
aquello que no alimenta y sobreviven en la miseria y el dolor de cabeza,
perdidas de su salud, manejan recursos que únicamente son para hacer cañerías;
mafiosas gobiernan sus hijos y esposos, sus largos y afilados colmillos saludan
con ardor.
Enrolladas
se aprovechan del trabajo de sus compañeros, de los cuales cuestionan hasta el
cansancio; sin embargo un recio sabio espera su turno para gobernar; empresas
del sector confían en el veneno que se resumen en los informes de fin de año,
llevan meses comiendo mermelada sin compartir, meneando las caderas, orientan
el ser, sentir y saber, suelen alardear un trono sin reinar, con pacho las
corona con honor, entre dientes se burla al verles pasar, al final conoce que
ambas levantan estiércol para vivir.
Rumbo
al cementerio proyectan su gran insatisfacción sexual, Cacaito les ha
escuchado, conoce una parte de la historia de las gordis, andan hoy gritando,
imitan los buitres, parecen producen asco en la comunidad, sin ser Halloween,
se disfrazan de divas, circulan de cabaret en cabaret, a eso le llaman reuniones, a las cuales
buscan humillar; pocos las toleran, mientras son odiadas, ellas muy amistosa se
abraza, se alaban y se besan, cogidas de las manos parecen de novela.
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