Honores de suicidas


¡Última hora!

Bicotilina, el pueblo de fantasías del autor tiene acontecimientos que detonan las mayores preguntas, al parecer ha llegado el momento para regalar honores para aquellos muertos que ya se fueron y deseaban descansar en paz… Son homenajes que pueden ser sospechosos, pero que de alguna manera configuran el cielo, de seres arrodillados, que con la boca y el pecho no dejan atrás los discursos honorables. 

 Religión y cultura pretenden enaltecer la vida y obra de un ilustre que meditabundo camina en otro plano  entre chaquetas pomposas y abrigos largos, al parecer los elogios provienen de compañeros sin vergüenzas y perplejos en abismos sin conocer…  Por las diminutas calles se suelen verbalizar algunos hechos como un espacio de creación de hipótesis que entre murmullos no dejan morir el mensaje. 

Históricamente prefiero quedarme en la irreverente duda frente a todo.


Detrás de la efímera fama que acarrea los cargos coyunturales, unos bicotilences tercos intentan a toda marcha higienizar la Conducta Suicida, por ende ningún muerto es malo. 

- ¿Cómo silenciar el proyectil?

Ahora se atribuyen Trastornos Mentales para justificar el todo. Diferencias elitistas; pues en otras personas la misma conducta es totalmente reprochada y hasta llega un punto que se sataniza, y el histórico ser hace lo suyo: - El diablo anda suelto...  

-        ¿Acaso, habrán placas conmemorativas para los otros suicidas? - Reflexivo me pregunto, contemplando el cielo donde habitan aquellas almas sin reflexión.  

Fotografía: Nicole Calderón

Alucen en medios virtuales, una presunta luz, -  Sarcástico y algo fastidiado de las incoherencias solo veo la luz del servicio público y puede que buena parte de los renglones sean interpretados con crueldad; momento de reflexionar; pues no entiendo: ¿Cómo enaltecer un comportamiento que desde la otra frontera intento prevenir?

Con las batas puestas, luchamos en la mitigación de la Conducta Suicida, pero pese a ello, la politiquería abruma el ejercicio humano y por ende maquinarías políticas, arrastran bolsas de dinero para  sepultar "sentimientos" y lograr perdurar en placas conmemorativas en las esquinas de casas de abuelos, que recuerdan en detalle como sonó el disparo que erizo sus  arrugas.  
Finalmente los suicidios y honores son un aspecto ambivalente que puede configurase como un factor de riesgo para fortalecer futuros suicidios.  

-        ¡Lobos mordiendo e hijos aullando! Sucesos del Bosque de los zorros y que propician preguntas: 
-        ¿Cuánto valen los honores?   
-     ¿Cuántos suicidas necesitamos para tomar otras iniciativas?


Sígueme en mis redes: Aldemeyer González


Comentarios

Entradas populares de este blog

Un diablo suelto por Fómeque, Cundinamarca

¡Unos locos de Sibaté, Cundinamarca!

¿Suicidio en Fómeque, utopía o realidad?